lunes, 2 de septiembre de 2013

UCRANIA

UCRANIA
La salida de Moldavia fue rápida y la entrada en Ucrania también, pero a punto estuvimos de atascarnos. Al llegar al puesto fronterizo nos viene un joven con uniforme de soldado y nos dice por señas y en inglés rudimentario que no podíamos pasar:
-Es demasiado tarde, tienen que dar la vuelta y cruzar por otro puesto fronterizo.
Ale y yo nos miramos perplejos, no eran ni las cinco de la tarde. Esto suena a policía corrupto. Decidimos hacernos los tontos.
-Vale, pero ¿podemos quedarnos a dormir aquí?. Tenemos furgoneta-caravana.
-Ningún problema. Aparcad ahí.
Nos damos cuenta de que siguen pasando coches .
-¿Y ese coche por qué pasa?
El soldadito y su amigo se ríen.  Nosotros empezamos a poner la furgo en posición de acampada. Rodeada de camiones. En ese momento los aduaneros nos dicen que podemos pasar.
-Sigan, sigan.
Era un claro intento de soborno. Querían dinero o algún regalo, una botellita de vodka es muy apreciada por estos mangantes. Esta frontera tiene fama de mala por eso.
Hicimos trámites en una media hora. Seguimos por la carretera y al rato nos encontramos con otro puesto fronterizo. No entendíamos nada. Nos entregan un papelito y nos dicen que sigamos. A los tres kilómetros, otra barrera, nos recogen el papelito y nos dicen buen viaje. Resulta que la carretera atraviesa de nuevo una franja de territorio moldavo. Nosotros pasamos directos, pero había largas colas de coches y camiones. ¡Puñeteras fronteras!

CARCTERES CIRÍLICOS

Supongo que sabréis que en Ucrania se escribe en cirílico. Esto complica las cosas a los extranjeros no acostumbrados a estos caracteres. Nosotros contamos con la ventaja de haber estado el año 1985, creo, en Rusia con Paco Requeta. En aquella ocasión nos aprendimos que P E C T O P A H  significaba restaurante  R E S T O R A N. Esa es la palabra mágica que nos facilita las traducciones. Me explico. Un 15% de las letras de una palabra en ruso coinciden con las nuestras. Si a ello añadimos las que podemos transcribir por coincidir con RESTORAN el porcentaje se eleva al 50%, lo cual hace mucho más reconocible la palabra a traducir. Un ejemplo: para poner en ruso la palabra SEVASTOPOL  cambiaríamos la S por la C y tendríamos CEVACTOPOL. Ya se va pareciendo más al palabrote en cirílico, de manera que cuando lo vemos en un cartel de carretera lo reconocemos. En realidad se escribiría CEBACTOPOL, con la P convertida en una “pi” griega y la L en una especie de “pi” con una de las patas en curva.  Con el paso de los días vas avanzando en la transcripciones y al final se hacen asequibles, que no fáciles, porque hay caracteres que expresan sonidos que nosotros no tenemos o diptongos, etc. Aún con estas dificultades, la traducción de carteles y rótulos se convierte en un juego y nos mantiene entretenidos en ciudades y carretera.

ODESSA

Ciudad mítica no recuerdo bien por qué. Posiblemente por la rebelión de la tropa en el acorazado Potemkin en los comienzos de la revolución rusa. Momento que inmortalizó Eisenstein en su película “El acorazado Potemkin” con la famosa escena de la madre con el hijo en el cochecito de bebé en las escaleras que dan al puerto. 
Sufrimos mucho porque la orientación en esta urbe era imposible. Carteles de calles inexistentes, los pocos que había eran sólo en cirílico, GPS sin cartografía precisa y unas neuronas nuestras que no estaban para hacer de brújula. Estuvimos dos días allí y salimos sin saber manejarnos en Odessa. Yo creo que había algo mágico-maligno porque normalmente no nos orientamos mal, pero en este caso no fue así. Después de dar muchos tumbos conseguimos un hotel estupendo. No nos dejaron estar una noche más y por eso caímos en el peor albergue de todo el viaje. Un nido de alternativos guarros. Cuando llegamos las “camas” estaban sin hacer y el suelo sin barrer. Salimos diciendo que por favor limpiaran pero al regresar después de la cena todo seguía igual. Un desastre. Al menos nos dieron sábanas que estaban limpias.
Fuimos a la ópera a ver “El Príncipe Igor”. Nos esperábamos un rollazo ruso lacrimógeno, lento y aburrido, sin embargo la obra estuvo bien, con decorados muy variados, acción y música llevadera. Aguantamos hasta la mitad.

Las escaleras del acorazado Potemkin

La Ópera al fondo

Estatua de Catalina la Grande

La ópera

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