Nos habían hablado muy bien de
Crimea y decidimos darnos una vuelta por allí.
Esta península tiene una autonomía amplia y se aprecian ciertas
diferencias con respecto al resto de Ucrania.
Las carreteras están mejor, los
conductores son bastante disciplinados y parece que hay un poco más de nivel de
vida. Nada más entrar decidimos hacer acampada libre. Elegimos un sitio muy
bonito en mitad de una llanura, toda ucrania,
parece ser una llanura. Montamos el campamento, nos pusimos a cenar y en
ese instante empezó a llover, en un minuto recogemos todo y continuamos la cena
dentro de la furgoneta. Desde que llegamos al sitio de acampada hasta que nos
acostamos estuvimos oyendo disparos de cazadores. Yo estaba un poco preocupado
porque la combinación de cazadores ucranianos, con la euforia de la caza, las
petacas de vodka y una familia de turistas en mitad del campo con una hija
guapa de20 años, puede dar lugar a una situación peculiar. Por suerte en un
momento dado los disparos cesaron y no nos molestó nadie durante toda la noche.
Las acampadas libres las solemos hacer cuando no hay ni camping ni
hotel barato cercano, entonces elegimos un sitio en mitad del campo alejado de
carreteras y núcleos urbanos. Aunque en principio pudiera parecer que acampar
de esta manera sea peligroso, la realidad es que hasta la fecha no hemos tenido
el más mínimo problema, nadie ha venido a molestarnos ni a darnos la tabarra ni
a cotillear. El resultado es que estas noches que hemos pernoctado en el campo
se pueden calificar como las más placenteras
y agradables del viaje. Además, es gratis.
Fuimos a Sebastopol un poco a
ciegas, simplemente porque nos sonaba el nombre. Hicimos un recorrido corto por
el centro de la ciudad y nos encantó .Es una población muy marinera, el puerto
centra la vida social y económica de la ciudad que está llena de monumentos
conmemorativos de batallas marinas, de las dos Guerras Mundiales y de la Guerra de Crimea. Pudimos ver los
barcos de guerra de la marina rusa y nos dimos un paseo en barco por la bahía.
Submarinos en Sebastopol |
Monumento, Sebastopol |
Novios posando |
A continuación tiramos hacia Yalta, como recordareis, es la ciudad donde
Roosevelt, Churchill y Stalin firmaron el reparto de Europa tras la II Guerra Mundial.
La carretera fue de una belleza extraordinaria, siempre cerca del mar, con
colinas y mucha vegetación en contraste con
el paisaje que predomina en el resto del país.
Palacio donde se firmó el armisticio al final de la Segunda Guerra Mundial |
Trovador ucraniano |
Una vez en Yalta, ciudad turística, visitamos el
palacio de los Romanov, morada de verano del último Zar, donde se firmó el
armisticio. Después nos dimos una vuelta
por el paseo marítimo y continuamos hacia Alushta en busca de un camping que no existía. Al parecer la información que
obtuvimos de Internet no era buena. Pedimos permiso en un hotel para acampar en
el parking. Sin extrañarse los más mínimo no dijeron que no había ningún
problema y allí pasamos la noche, los tres metidos en la furgoneta, zarandeados
por un viento huracanado que no cesó en toda la noche.
Flequillo auténtico el del trovador!
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