lunes, 16 de septiembre de 2013

POLONIA

De Ucrania a Polonia pasamos por la última frontera con trámites aduaneros porque a partir de ahí ya íbamos a circular por países de la Unión Europea,  ¡bendita sea! Para no faltar a la tradición, el paso fronterizo se hizo lento y con colas (y con los típicos listos que se cuelan por todos los lados). Tardamos unas dos horas. Lo primero que nos llamó la atención fue el cambio a mejor que se apreciaba en Polonia. Hace dos años pasamos por aquí camino de Rusia y vimos cantidad de carreteras maluchas, muchas obras, autopistas a medio hacer, mal acabadas, pueblos con sabor a tiempos pasados (comunismo), en definitiva, un país en vías de desarrollo. Esta vez, de “vías de desarrollo”, nada de nada. Carreteras perfectas, señalización impecable, autopistas como las alemanas, pueblos perfectamente urbanizados con casas bien mantenidas y pintadas, postes y farolas verticales en plan maniático, mobiliario urbano perfectamente dispuesto y mantenido. Parecía que estábamos en Alemania. Impresionante el cambio. Es una satisfacción y un orgullo ver cómo con la ayuda de la UE, incluida España, los países que se han adherido, los provenientes del bloque del Este, han experimentado una subida de nivel palpable. Por el contrario, el paso a Polonia dignificó el fin de los países “amables”, es decir aquellos en los que cuando tienes un problema con el coche los mecánicos sueltan lo que tienen en las manos y se entregan a ayudarte, donde te hacen una chapuza y no te cobran, donde te para la policía por exceso de velocidad y, tras una conversación simpática te perdonan la multa, donde los problemas siempre se arreglan de manera suave, donde comer te cuesta 3 euros y la gasolina casi la mitad. Nosotros estamos más a gusto en este “hábitat”.
Otra cosa me llamó la atención. Había cantidad de radares. Sin exagerar, pude ver cámaras en la entrada y salida de cada población y en tramos rectos de carretera. En un tramo de 300 Kms conté 70. Lo que no llegué a entender es cómo los polacos pasan por las zonas con radar a toda velocidad. Yo respetaba los límites de velocidad por no llevarme una multa, pero los locales me adelantaban como posesos. ¿Será que los radares son falsos (imitaciones de plástico)? ¿Será que no funcionan (falta de mantenimiento)? ¿Será que los del lugar saben cuáles están rotos?¿Será que en Polonia no se pagan las multas? Un misterio.
No recuerdo haber visto una ciudad tan bonita como Cracovia en toda mi vida. Tiene un centro histórico impresionante, no por grande menos interesante. Aparte del barrio antiguo tiene un castillo/ciudadela que quita el hipo. Ya habíamos oído hablar bien de este sitio, pero lo visto supera las expectativas con creces. Altamente recomendable.
La plaza del casco antiguo de Cracovia

Patio de armas del castillo ce Wawel. Cracovia

Autobús Skoda de 1955

Igual que el primer coche que tuvo mi padre
Cracovia
 Fuimos a dar con un hostal formidable, un chalet de un señor mayor con jardín, habitación confortable, buenas camas, buen internet. Estuvimos dos noches. Cerca de esta ciudad está el campo de exterminio nazi de Auschwitz. A ninguno de los tres nos apeteció la visita. Mucha amargura concentrada. De aquí salimos hacia Eslovaquia por carreteras secundarias atravesando paisajes estupendos, suaves colinas, bosques, inmensos campos labrados y pueblecitos que parecían de Suiza.


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