GEORGIA

Antes de salir de Turquía hicimos una llamada a la agencia del ferry que une Turquía con Egipto y el mensaje recibido fue claro: “no habrá ferry el día 18 ni está previsto que lo haya en próximas fechas”.  La pequeña esperanza que teníamos de cruzar a África se desvanecía definitivamente. Ahora ya podíamos hacer planes para visitar otros países de la zona y dejar África para otra ocasión.

Salimos de Iskenderun (en la costa mediterránea de Turquía) con dirección a Nemrut Dagi que es una montaña donde hay unas esculturas antiguas espectaculares. Lo típico es subir temprano para ver la salida del sol. Total que pagamos al del camping para que nos llevara en su coche. Su plan era este: en marcha a las 3:00 de la madrugada para llegar todavía de noche a la montaña. Allí, en la base del pico, nos ofrecieron un té, pero declinamos la oferta, con lo cual tendríamos que esperar la salida del sol media hora más. Empezamos a recorrer los 600 metros de subida dura hasta los “cabezones” –las estatuas más famosas son unas cabezas de casi dos metros de altura-. Llegamos arriba de noche, pero con un frío y un viento brutales. A todo esto nuestro abrigo consistía en una cazadora y pantalón corto. ¡Qué tortura esperar allí arriba la salida del sol! El borrico del coche nos podía haber avisado que hacía un frío tremendo. Allí aguantamos arrimaditos los tres detrás de un pedrusco que nos resguardaba del viento durante más de una hora, hasta que salió el sol. Hicimos cuatro fotos y nos bajamos corriendo buscando el calorcito del coche. En cuanto llegamos al fondo del valle entramos en calor, pero el frío que pasamos nunca lo olvidaremos.

Nemrut Dagi

Esperando el transbordador

Transbordador cruzando un río-embalse

Tiramos hacia Armenia sin saber que sus fronteras con Turquía estaban cerradas. Para ir allí había que pasar primero por Georgia. Vale, ningún problema, el asunto es que nos metimos un tute de kilómetros espectacular para nada. Eso sí, el paisaje espectacular. Vimos el monte Ararat que es donde se posó el Arca de Noé después del Diluvio.

Monte Ararat

Esta montaña es el símbolo nacional de Armenia y pertenecía a ese país desde tiempos inmemoriales. Fue en los años 20 cuando Turquía y la Unión Soviética pactaron la nueva frontera que arrebataba a los armenios su símbolo nacional, cultural y religioso. Posiblemente esa sea la razón del cierre de fronteras.

Entramos en Georgia por una carretera de montaña muy bonita. Los trámites aduaneros extraordinariamente rápidos. En 20 minutos estábamos circulando por territorio georgiano en un día soleado y fresco. La carretera serpenteaba junto a un río por el fondo de un valle con mucha vegetación y agricultura del siglo pasado, es decir campos cultivados con caballos, poca maquinaria, paja acumulada a mano en pequeñas montañas y poco terreno ocioso. Allí donde había un metro cuadrado cultivable, había algo plantado.

Primer picnic en Georgia

La llegada a la capital Tblisi, o Tiflis (nosotros decimos “chiflis”) fue algo complicada. No hay camping, por lo que buscamos hotel. La búsqueda se complicó un poco al principio cuando  una mujer que regentaba un hostal (su propia casa) nos dirigió a otra similar pero en el casco antiguo. Imaginaros el lío de ir a una dirección en una ciudad que no conoces, sin mapa, sin GPS (nuestro trasto no tiene cartografía de Georgia), sin entender ni papa del idioma local, con unos conductores que parecen escapados del manicomio, atentos a las calles, a los peatones suicidas y a las alcantarillas sin tapa en medio de la calzada. Todo esto ya de noche. Afortunadamente tras unas cuantas preguntas dimos con el lugar donde nos esperaba uno del hostal (debajo del reloj del ayuntamiento). Se metió en el coche y nos dirigió al que sería nuestro hogar durante los próximos días. Cuando me bajé del coche me temblaban las piernas (exagero un poco).

Centro de Tblisi

Para describir un poco el alojamiento os diré que el suelo de la habitación está inclinado, pero no un poco. Cada vez que nos levantamos de la silla o de la cama damos unos traspiés porque nos caemos hacia el lado más bajo. Anoche me dí una vuelta en la cama hacia el lado bajo y empecé a rodar pasando por encima de Ale, seguí rodando cayendo al suelo y acabé debajo del mueble que hay en la parte baja del cuarto (es broma). Un cachondeo. Por lo demás perfecto. Limpito, céntrico, buen wifi. ¿Qué más podemos pedir?

En la ciudad –y en el país- quedan restos de la era socialista, que aquí llaman periodo de ocupación. Se ven coches y camiones rusos, edificios demacrados, las chapas con el nombre de las calles van con las letras del lenguaje local –específico de Georgia- y con los caracteres cirílicos del ruso. Pero lo que más nos ha llamado la atención son los hombres y mujeres mayores mendigando. Parece como si ese sector de la población hubiera quedado fuera del sistema: sin trabajo y sin protección social, es decir: tirados. Parte de la población maneja cochazos caros y vestimenta de moda, pero un buen porcentaje parece vivir con lo justito, es decir: mucho contraste. La nueva clase media dispone de coches traídos de Europa. Son vehículos de medio pelo que recién importados están bien, pero a los seis meses de circulación por estas calles mal empedradas y muy bacheadas se han convertido en chatarra que podría competir con la de Bamako. La manera de conducir tampoco ayuda a la conservación de los coches. Van a toda velocidad, dando acelerones, los baches les importa un pepino y se dan porrazos de todos los colores a juzgar por el estado de las carrocerías. Muchos van sin parachoques delantero ni trasero, deducimos que es a consecuencia de “coscorrones” en cadena.

Coche ruso

Anoche fuimos al fútbol. Era un partido de la Champions entre el Dínamo de Tiflis y un equipo de Islas Feroe. Ganó el Dínamo por 6-1: Precio de la entrada: 1,4€ Alucinante. En la taquilla pedí tres entradas de las más baratas. Como era un partido de la Champions pensé que el precio sería alto y puse encima del mostrador un montón de billetes. Taquilleras y aficionados empezaron a reírse. La chica me devolvió casi todo el dinero y me dio las tres localidades con el correspondiente cambio.

Poster anunciando el partido de fútbol

Hinchada del dínamo de Tblisi

Hoy seguiremos explorando la ciudad y mañana nos iremos a ver otras poblaciones.

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