jueves, 25 de julio de 2013

DIBUJOS ALE

Desde que me he dedicado a dibujar, me siento como una asesina en serie, a la caza de alguna victima que me seduzca. Siempre me ha parecido horrible ir con la cámara haciendo fotos sin ser vista pero ahora me cuesta evitarlo. La cámara de Luis es muy buena y tiene mucho zoom con lo cual creo no molestar, aunque me sigo sintiendo mal.

A la camarera del hotel de Arsuz (Turquía), le gustó el dibujo que estaba haciendo y me ofrecí a hacer uno para ella.

La misma camarera

Mujer

Siesta en un banco al lado de la Torre Galata. Estambul

 La siesta es sagrada. Venecia, al lado de la Plaza de San Marcos.

Luis durmiendo
Los días de muchos Kms pasamos el tiempo con actividades varias: lectura, costura (dos fundas de almohada y dos bolsas para ropa sucia, dibujo (un sufrimiento continuo porque no paran quietos), escritura, depilación, fotografía, consulta mapas (a parte de los mapas de África, solo llevamos uno de Francia del año 78 y otro de Italia de fecha similar y así hasta Armenia) consultar GPS (que no tiene la cartografía que necesitamos), masajes en mi dedo operado (con las valiosas explicaciones de Mª Cruz), oir música, cantar, ejercicios de yoga para el cuello, jugar a las cartas, echar cuentas, consultar documentación, comer fruta y por supuesto admirar el paisaje.

Las dos hermanas dormidas acunadas por el movimiento del mar.
Éste me quedo muy bien hasta que metí plumilla. 

Un coreano, Estambul estaba plagado de turistas asiáticos la mayoría coreanos.

Otro retrato desastroso de Pepito.

Podía representar a Nerón.

Abuela, estaba sentada a la sombra de una inmensa buganvilla. En una de las islas del archipiélago de la Princesa.

Pepito, que no para quieto y luego dice que le saco con cara de tonto.

El de la pastelería, que se parecía a Arafat.

Hermanos gorditos.

Sonreía, aunque por mucho que lo intenté no conseguí que lo hiciera en el dibujo.

 Viendo pasar los barcos en la orilla de la playa en Iskenderun.

Disfrutando frente al mar.

El vendedor "guaperas" de rosquillas de pan. Estaba cachas, en parte sería por cargar con la enorme bandeja. A estas horas ya lo había vendido casi todo.
Están de mal humor, como todos los que estábamos alrededor en el ferry. Iban con una niña que pegaba unos chillidos espantosos y nos dio el viaje

Un cochero, esperando clientes. En Prince Island. El coche de caballos es el transporte utilizado allí y hay una gran parada donde, por turno, van cogiendo clientes.

El camionero, que amablemente nos ayudo a salir de uno de las muchas perdidas del viaje. Fue por el Este de Turquía.

En el transbordador, yo estaba ansiosa por hacer algunas fotos, pero después de discutir entre varias mujeres fueron ellas las que me pidieron que las fotografiara.
Durante una siesta de Pepito, un grupo de mujeres me pidió que me acercara hasta su casa donde estuvimos charlando.



Divirtiéndose en el río, con un neumático, pero también con sacos de rafia llenos de botellas de plástico vacías. Por supuesto solo niños, las niñas solo aparecían por allí para acarrear agua o dar de beber al burro.

Aunque no lo parezca tenía cierto aire a Paul Newman.

Pescando, con mucha habilidad. Esperando el transbordador.

En la pastelería de Iskenderunn. No me extraña que estuviera contento con  los deliciosos dulces de pistacho y miel.  Después de los disgustos de Remon Travel ahogabamos las penas tomando té y baklava.

Un mendigo en Tblisi. Sobrecoge ver a tantos viejos mendigando. Sólo ancianos y niños piden limosna.

Ingenio ideado por Pepito para evitar el achicharramiento del brazo por la ventanilla al conducir en días soleados. En realidad es un manguito.

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