No quisiera despedirme de Estambul sin comentar el sitio
donde pernoctamos. Se trata de un parking entre las murallas del Topkapi y el
mar (de Mármara, a la entrada del Bósforo). El lugar, en pleno centro de la
ciudad, es fantástico a la vez que surrealista. Como digo, es un simple parking
con una zona en la que dejan aparcar a las caravanas y autocaravanas. También
limita con un parque al que acuden todos los días cientos de turcos a relajarse
tumbados en el césped, paseando, pescando o pelando la pava con la novia cuando
anochece.
Nuestro "camping" en Estambul |
Hay un WC que es la esencia de los wáteres del tercer mundo. Consiste en una cabina de plástico con un grifo
destartalado. Es del tipo agujero en el suelo y tiene una bombilla –en realidad
tenía, porque ahora sólo queda el casquillo- a la que llega la electricidad por
medio de unos cables y un automático que parecen los pelos de una loca,
retorcidos y enmarañados, dando a la instalación un aspecto de peligro de muerte
por electrocución inminente. Justo donde el automático, aparece la pared del
cuchitril con color negro, prueba evidente de un incendio por causas
eléctricas. Si los del "CSI" pasaran por ahí no tardarían ni dos segundos en
dictaminarlo. Para completar la imagen del sitio añadiré que ese “toilet” es
usado por los pescadores que amarran sus barquillas en un muelle cercano,
vagabundos, los propios vigilantes del parking, los turistas de las
autocaravanas y unos curritos que no sé a qué se dedican pero que llegan todos
los días a las 07:00AM en dos furgonetas destartaladas, se lavan y se meten en
sus vehículos a dormir. En fin un circo muy entretenido que funde el mundo
sofisticado de los turistas con el más simple de los locales. Desgraciadamente
no tenemos fotos del WC. Pero sí del parking.
Excursión en barco a la Isla del Príncipe |
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